Duele. Duele sentir que uno está vacío. Duele ver como todo sigue. Duele ver como es que se fue y saber que no va a volver más. Duele ver a mi hermana sufrir y que no se pueda encontrar a ella misma. Duele respirar a veces. Duele saber que no estas acá. Duele extrañarte. Duele no verte por más que no nos veíamos hace un tiempo. Duele, duele, duele en lo más profundo del corazón y del cuerpo. Duele no poder ni siquiera con uno mismo. Duele no poder con tu propia cabeza. Duele que una de tus mejores amigas le hables y te conteste ‘’hola’’, y ni siquiera te pregunte cómo te sentís hoy o si te sentís mejor que ayer. Duele absolutamente todo. Duele abrir los ojos y darse cuenta de que ya no es, ni va a ser lo mismo. Duele mirar. Duelen los ojos de tanto descargue acuoso despedido por sus lagrimales.
¡DUELE!