miércoles, 26 de diciembre de 2012
‘’Las olas y el
viento, (sucundum, sucundum) y el frío del mar (shalalalalala)’’
Ola k ase (?)
Hace días siento
el olor –sí soy una defo- costero en el
parque de mi casa. Y ahora entra olor a sahumerio de la costa, meque…
No es que extrañe
el lugar en el que toda mi infancia y parte de mi cuasi adolescencia pase desde
el 26, 27 de Diciembre hasta los últimos días de Enero, no. Lo que extraño es
sentir entre mis pies la arena mojada o mismo fría de cuando empieza a haber
sombra en la playa. Extraño caminar hasta no sentir los pies pero que sin
embargo sentía el granulado de la arena. También el estar en la playa hasta que
el sol bajara sobre el horizonte, el estar en la playa y dormir con el ruido de
las olas y el vientito frío que te hace estremecer los huesos y dormirte.
Estar ahí, cerrar
los ojos, darme vuelta y ver médanos de arena (¿y de qué van a ser?
No sé, pueden ser de muchas cosas, TKB), en ciertos
momentos cuatriciclos pasando, (eso también lo extraño, no me subo
a uno desde Enero). Ver como todo empieza a tomar sombras y el sol va
bajando y cambia la tonalidad del cielo, y esas gaviotas de mierda que o están
posadas en los médanos, y solía pasar cerca para que volaran. O vuelan y
aparecen estar queriendo llegar al sol.
Volver a darme
vuelta y ver la inmensidad del Mar Argentino, que cuando baja el sol se lo ve
claro pero igual sigue de ese color horrible que tiene siempre a menos que el
viento sople del Sur, en ese momento hay mucho viento, pocas veces no hay
mucho. Hay una corriente terrible y el agua se ve verde, pero cuando te metes
te ves los pies y está calentita. Y ver el cielo como cambian las tonalidades
debido a la ida del sol hasta que todo toma un color uniforme y no hay más sol.
Sólo viento y viento, frío.
O también el ir
al bosquecito, el olor de los eucaliptus y escuchar a las copas de los arboles
moverse.
No creo volver a
veranear por allá, sólo porque la última vez que fui me di cuenta del fiasco en
el que se está transformando la Costa Atlántica… No me gustó, a nadie le gustó
realmente. Estas cosas son las que me hacen encontrar la paz a veces, no
siempre.
La gente era muy
horrible, no se veía ni se vivía lo que se sentía otros años. Muy feo todo.
Pero bueno, por algo será.
Me voy a leer un
libro.