martes, 12 de junio de 2012
Realmente no puedo creer que desgraciadamente se haya ido Adrian Otero. Era una persona que me parecía realmente divina y buena onda.
Es muy doloroso, quizá para algunos es una boludes y si alguien lee esto le parece estúpido que escriba esto, o mismo que diga que fácil es pasar de la vida a la muerte. Siempre lo dije, pero es como que en estas ocasiones siempre me lo replanteo. Es realmente una pena, y no sé si es que estoy sensible, si no sé qué, pero me dan ganas de llorar. O hasta quizá es porque hace días se me viene a la mente algunas personas que ya dejaron de estar físicamente, porque sé que por más que cueste aceptarlo siguen estando por más que no las veamos.
No voy a mentir, a veces se me pasaba su cara y no me daba cuenta quién era si lo veía de cara porque durante un largo tiempo no supe nada de él, entre otras cosas. Pero ni bien soltaba la voz o escuchaba su nombre, ya sabía que era ese talento de Blues. Esa voz tan característica y única.
Otro talento que se fue y se unió a tanto otros que ya están en otro lugar mucho mejor que éste.