Es increíble, todavía no puedo creer como es que te asesinaron. Te pidieron todo, se lo diste, y aún así igual te asesinaron.
Me acuerdo la primera vez que hable con vos. Fue una de las mejores conversaciones, pero cortas en fin, que tuve con alguien. Gracias por los consejos que me diste aquella vez. No tengo mucho para decir ya que no encuentro palabras para expresar la tristeza que tengo y tuve cuando me enteré lo que pasó.
Gracias por la buena onda que tuviste siempre cuando hablamos. Siempre desee tenerte como profesor. Mi hermana siempre me contaba cosas que pasaban en el aula con vos, siempre me hacía reir.
El año que ubiera tenido el gusto de tenerte me había ido del colegio. Más allá de mis amigos, no me quería cambiar de colegio ese año porque te quería tener a vos. Sé que fuiste un profesor de oro, una persona llena de luz y buena onda siempre.
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JUSTICIA POR MOLETA!