‘‘Te extraño, te extraño. Que cuando vas tu casa no te vas, no te vas.
Y no vas a perderme; No voy a perderte creo eso.
Creo que te pierdo entre esas nubes hoy y
te perforo la persiana con el sol,
y te despierto con una piedrita en la ventana.
Y te pido perdón por tanto lío si te hice mucho ruido’’.